La llegada de nuevos materiales ha conquistado literalmente cualquier sector productivo, ampliando considerablemente los campos de acción que eventualmente también involucran al mundo de la piscina.

 

Debido a la simplicidad de las formas de impresión y formas complejas, cada vez se vuelve más y más frecuente el uso de bloques de poliestireno, que tienen funciones de encofrado, que, una vez establecida la armadura, se vierte el hormigón.

Los bloques se hacen para perder poliestireno expandido sintetizado, o EPS, de formas rectas o flexibles, para obtener formas cóncavas o convexas de radios perfectos, y además para vasos de cualquier tamaño. Esta tecnología permite elegir entre el sistema de circulación en el skimmer o el borde del desagüe. Con el encofrado es posible la construcción de una piscina de forma rápida, con una excelente relación calidad/precio, y sin sacrificar la resistencia y durabilidad del hormigón.

​

Las diferentes fases de aplicación proporcionan una losa de hormigón que sirve como base, sobre el que se colocan las planchas verticales a lo largo del contorno de la piscina.

​

En  los hierros verticales se coloca el encofrado de poliestireno, para crear el perímetro de la estructura. El sistema de montaje de enclavamiento permite la fabricación de una estructura perfectamente estable, sellada, aislada y resistente al agua. La resistencia y durabilidad del hormigón armado dan a las paredes de la piscina una consistencia y una durabilidad incomparables.

​

Una vez colocados los moldes, se procede a la instalación de los accesorios, y es entonces cuando llega el momento de rellenarlo con el cemento, para darle consistencia y durabilidad.

​

Las paredes internas de la piscina pueden ser recubiertas con cualquier revestimiento, tanto el revestimiento de PVC como los azulejos de cerámica.

​